Comentario
Capítulo LXVI
Que trata de lo que le sucedió al general Pedro de Valdivia junto al río de Andalién
Después de haber muerto y vencido aquel campo y al capitán y a sus indios, salió de aquel sitio otro día siguiente y caminó cuatro leguas, y allegó al valle y poblazón del cacique Andalién, y pasaron el río que allí estaba, que tiene el nombre mesmo de Andalién. Y pasado se acercaron a otro río ancho y caudaloso, y preguntaron cómo se llamaba. Dijeron que Bibio. Estando allí procuró el general buscar un sitio bueno adonde asentarse el real para mejor se defender de los indios, que eran muchos y los españoles pocos, y de allí enviarles a hablar aquellas gentes con buenas amonestaciones, puesto que ellos son muy ajenos de ellas y amigos de malas, y si de paz viniesen fundarían una ciudad en aquella comarca.
Y vista la tierra cercana a aquellos ríos y a la mar que está allí muy cerca, tomaron indios, y de ellos supo cómo estaban juntos para dar en los españoles, otro día de mañana cuando el sol saliese, más de treinta mil indios, diciendo que si de noche no acertaron pocos, querían acometer de día.
Luego que esto se supo, acordó el general volver a la ciudad de Santiago atento que allí les fuera mal, y no pudiera ser menos por ser tan pocos y los indios muchos, y estaban en peligro los pueblos poblados de cristianos y en ventura de perderse todos ellos. Y así aquella noche mandó al maestre de campo que tomasen la vanguardia con veinte de a caballo, y diole una guía que le llevase y guiase por la costa de la mar, y que caminase. Luego salió el general con las demás gente poniendo buen recaudo en la rezaga. Y con esta buena orden salieron del valle sin ser sentidos ni vistos de los indios, puesto que le tenían cercado todo el valle mucha cantidad de gente, por ser muy poblada aquella tierra, y para dar en la mañana el almuerzo a los españoles. Cuando el sol salió fueron a nuestros ranchos los indios y halláronse burlados.
Tardó el general con sus compañeros en esta jornada mes y medio y trajo seis principales y doce indios, y de ellos se informaron de lo que convenía, así de la calidad de la gente y la tierra y de la poblazón de ella. Después de haber descansado algunos días los envió a sus tierras, dándoles bastimentos para el camino, y les dijo que se fuesen a su tierra y que dijesen a sus caciques que él había ido con aquellos españoles a ver un sitio bueno para poblar una ciudad como aquella en que estaban, y para que lo viesen los había traído, y que no había ido para más, y que ya lo había visto. Y que supiesen cómo, cuando viniesen los españoles, que habían de venir más y caballos, que los esperaba cada el día, iría a poblarla como decía, y que esto dijesen a cuantos viesen, y que cuando otra vez les viesen allá con gente, entendiesen como iban a efectuar lo que les decía, y poblar y estar en aquella tierra los españoles sin irse de ella para siempre, y que para cuando fuesen que tuviesen acordado si habían de servir o pelear, y que tomasen su consejo y no peleasen porque era mal para ellos.